martes, 26 de agosto de 2014

OSCAR LARROCA LA VOZ DE TERCIOPELO DEL TANGO

Desde pequeño la guitarra fue su compañera, sus padres lo inscriben en el Conservatorio Nacional de Música, egresando con el título de profesor de guitarra, ya adolescente también comienza el estudio de canto.
Sus primeras actuaciones como cantor las realiza acompañándose con su guitarra. Su buena voz y el gusto de cantar obligaban su participación en las fiestas de fin de curso escolares.
A principios del 40 es presentado en la importante audición diaria de Radio Mitre la famosa Matinée de Juan Manuel, en la que participaban quienes se querían iniciar en la música popular. Muchas figuras importantes desfilaron por ese programa. Larroca actuó allí durante tres años acompañado por las guitarras de Pascual Avena, Enrique Maciel (hijo) y Demasi, lo que le permitió lograr perfeccionamiento técnico y experiencia artística.
A principios de 1945, el periodista y productor Carmelo Santiago lo oyó cantar y resultó impactado. Por eso, al enterarse que Domingo Federico buscaba una voz para acompañar al ya consagrado Carlos Vidal en su agrupación, invita al maestro a escucharlo. Se produce inmediatamente su debut en Radio Splendid, y el 19 de junio de ese año, graba a dúo con Vidal el tango “Pasaje de mi vida”, luego siempre a dúo, la milonga “Zapatos” y “Tango del querer”. El 22 de octubre registra solo, el tango “Voz de barrio”.
Su actuación con Federico se extiende hasta septiembre de 1948, dejando impreso en el disco obras inolvidables como el tango de Garza y Bahr “Un tal Medina”, y de Carlos Waiss, “Te espero en Rodríguez Peña”, siendo su ultima grabación el tango de Francisco y Domingo Federico “Para usted amigo”, el 30 de septiembre. Con esta orquesta hizo muchas presentaciones en diferentes clubes, teatros y también en el cine, en la película “Otra cosa”, actuando con guitarras junto a Carlos Vidal.
A fines del 48 es requerido por el gran pianista Osvaldo Manzi, con el que arma rubro y forma una gran orquesta compartiendo la parte vocal con el consagrado Roberto Ray. Debutan con gran éxito en Radio Belgrano, presentándose en confiterías y bailes, pero la orquesta se disuelve a fines de 1949.
Larroca es inmediatamente incorporado a la orquesta de Roberto Caló, con quien registra en el sello Orfeo, los tangos “El metejón” y "Che bandoneón".
En 1951, se produce un hecho, que permite el desarrollo y la definitiva consagración de Oscar.
Se desvincula de la orquesta de Alfredo de Angelis, nada menos que uno de los ídolos del momento su cantor Julio Martel, que junto a Carlos Dante conformaran el dúo más exitoso de la década del 40. El violinista Víctor Braña, atraído por el color de su voz abaritonada, su buena afinación y su dicción, con el agregado de la pinta de galán, lo presenta al maestro De Angelis quien lo contrata al instante.
Oscar, logra una rápida adaptación al estilo de la orquesta. Se produce una buena combinación con Dante y así nace un afinado y armonioso dúo.
Debutan en Radio El Mundo, en el más escuchado programa de tango, Glostora Tango Club, el primero de abril de 1951.
El 10 de mayo del mismo año registra sus tres primeras grabaciones con la orquesta: “Porque me das dique”, “Flor de fango” y “Llevátelo todo”, imponiendo un nuevo estilo y repertorio, totalmente opuesto al de Julio Martel. En poco tiempo, logra ganarse el cariño del publico admirador de la llamada “orquesta de la juventud”, como se la conocía a la de De Angelis.
El 23 de octubre graba el tango dedicado a su querido barrio de nacimiento, “Almagro” de Vicente San Lorenzo, logrando un gran suceso. Este tema lo acompañará en su repertorio durante toda su carrera. Luego vendrán éxitos como “Medallita de la suerte”, “Zorro gris” y después, el tango que le abrirá las puertas de toda Latinoamérica: “Volvamos a empezar”.
En 1957, luego de trece años, Carlos Dante se retira de la orquesta y a mediados de 1958 lo hace Larroca, quienes al poco tiempo, conforman el rubro Dante-Larroca y su agrupación. Debutan en La Querencia de la Avenida de Mayo, luego en el Tango Bar, en La Armonía y en el recordado Maipú Pigall de la calle Maipú 340. Además realizan giras por el interior del país, Chile y Uruguay.
Contratados por el sello Voxor registran en julio de 1959 a dúo, el vals “Mi rosa Margarita”. Poco tiempo después, ambos son requeridos, en forma individual, por representantes de distintos países de América, disuelven el conjunto en forma amistosa como siempre fue la relación de estos señores, se separan y continúan cada uno por su camino.
Larroca es invitado a Medellín a participar en la recordación de los 25 años de la desaparición física de Carlos Gardel, el ídolo máximo del pueblo colombiano. Debuta en Radio Antioquía de la cadena Caracol acompañado por la orquesta dirigida por un maestro argentino radicado en Colombia, don Joaquín Mauricio Mora. Cada actuación de Larroca en la emisora hacía desbordar el auditorio por un público entusiasta, quedando muchísima gente sin poder ingresar a la radio.
Luego parte hacia Chile, presentándose en Radio Minería, en locales bailables y confiterías.
De regreso al país, el avance impuesto por las grabadoras en la difusión de ritmos foráneos y la creación de programas televisivos como El Club del Clan, postergaron al tango. Nuevas estrellas: Palito Ortega, Leo Dan, Johnny Tedesco, Jolly Land, etcétera, invadían las programaciones de la televisión, de las radios, de los clubes y de las grabadoras, produciendo un impacto tremendo en las fuentes de trabajo de los artistas tangueros.
Por esta razón, Oscar Larroca aprovecha la difusión de sus discos en Colombia, Venezuela, Ecuador, Chile y Perú y parte hacia esas tierras que le brindan hospitalidad, trabajo y éxitos. Graba en el sello Sonolux de Colombia un long play, acompañado por la orquesta dirigida por el bandoneonista Juan Carlos Bera.
Cuando de tanto en tanto volvía a Buenos Aires, actuaba en los pocos locales de tango que subsistían y también en la televisión en los programas El Tango del Millón, Sábados Circulares y Grandes Valores del Tango.
Convocado por el sello Magenta graba con el acompañamiento del Cuarteto Miguel Nijensohn y en 1975, su ultimo larga duración en el sello Alfa, con la orquesta de Jorge Dragone, que será editado en Colombia, Ecuador, Brasil y Perú.
Como compositor produjo varios temas: “Juana milonga, señora”, “No me dejes corazón” y el vals “Engañándonos#, el que fue grabado por distintos cantantes melódicos latinoamericanos, siendo un gran éxito de Bienvenido Cárdenas.
En actividad y en la plenitud de sus condiciones vocales e interpretativas, con contratos a cumplir, muere en el invierno de 1976, a los 54 años de edad.

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